viernes, 9 de septiembre de 2011

DOS MIL VEINTITANTOS





Son casi las 19:00 de la tarde. Llueve. B y C se cruzan. C baja su mirada, respira hondo y sigue caminando. B la sumerge en un charco. - Once años. C acelera el paso, dobla la esquina y se detiene. A, una extraña en aquel marchito y desolado campo de batalla, pregunta a su madre que le pasa. C no contesta.-Maldito temblor de rodillas. B piensa en el charco. El agua esta sucia. Turbia y estancada como el recuerdo de aquella otra tarde.

C y B no volverán a cruzarse más. B piensa en C mientras se bebe un Bowmore de 12 años con hielo. Despacio, sorbo a sorbo. Suena "Shelter from the storm" de DylanB piensa en aquel otro otoño. B piensa en aquella ultima conversación. B piensa en A. C utilizó doce veces la palabra Tiempo; quince veces pronunció Distancia y siete veces Mentira. Nueve veces hablaron de Promesas, seis de Juventud y solo una de Amor. Ninguno dijo Adios. B piensa que A tendrá cinco o seis años a lo sumo. B piensa en A. No en la misma A que acompañaba a C esta tarde. B piensa en todas esas A que ya nunca serán. Madrid, gris y gastada, descansa a sus pies.

Son más de las 00:00. Desde la ventana de su apartamento, situado en el piso XXI de Torres Blancas, B contempla una vez más Madrid. Una infatigable sucesión de luces rojas deja atras la Avenida America en busca de la M30. Huyen de Madrid. Huyen de ayer. -Quizá, todos esten huyendo de C.

1 comentario:

  1. Estoy tratando de aplicar un poco de economía mental en mis pensamientos. Voy a intentar cerrar algunas puertas y abrir nuevos pasillos en los escritos que tengo por ahí perdidos. Esto algo rápido de allá por 2009...

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